VEJER DE LA FRONTERA Y CHEFCHAOUEN HERMANADOS POR UNA HISTORIA DE AMOR

VEJER DE LA FRONTERA Y CHEFCHAOUEN HERMANADOS POR UNA HISTORIA DE AMOR
Vejer de la Frontera estuvo en manos musulmanas varias veces en su historia, estando bajo la influencia árabe durante algo más de 500 años. “El amor nace entre una vejariega y un emir árabe”
 
En el siglo XV nace en el pueblo de Vejer de la Frontera Catalina Fernández, la cual se enamora y contrae matrimonio con Sidi Ali Ben Rachid, emir marroquí que residía en el mismo pueblo gaditano.

Debido a la expulsión de los musulmanes, llevada a cabo por España, ambos tienen que emigrar al norte de Marruecos, instalándose en un pequeño pueblo bereber.

Catalina Fernández, que adquiere el nombre árabe de Laila Zuhra, echa mucho de menos el pueblo de Vejer de la Frontera.
 
La nostalgia por sus orígenes y la tristeza que transmite, hace que el emir Sidi Ali mande a construir un pueblo a semejanza del que vio nacer a su amada.

Por consiguiente, las calles deben ser estrechas, de trazo irregular, casas encaladas y en sus fachadas deben instalarse macetas. Del mismo modo, Sidi Ali quería hacer un homenaje al pueblo bereber del norte de Mararuecos que lo habían acogido tras ser expulsados de España.

Por ello, mandó a construir los arcos y puertas de las casas con un estilo árabe. Como resultado, el municipio es fundado en 1471 y adquiere el nombre de Xaouen o Chaouen, tal como se conoce en la actualidad.
 
Chaouen daría la bienvenida y acogería a todos los exiliados del Al-Ándalus. Este hecho lo hizo crecer rápidamente, llegando a contar en poco tiempo con una población de unos 10.000 habitantes, entre marroquíes, andaluces y judíos. Así nació Chaouen, lugar en el que vivieron felices el resto de sus días Sidi Ali Ben Rachid y la vejeriega Catalina Fernández (Laila Zuhra).

Chefchauen está construida a semejanza del pueblo blanco de Vejer de la Frontera, ¿por qué sus casas están pintadas de azul añil? Hay varias versiones; para unos es por cuestión de salubridad, ya que el color azul añil ahuyentan a las moscas y mosquitos. Para otros, la historia se remonta a la época de los judíos, quienes a partir del año 1930 empiezan a pintar las fachadas y puertas de sus casas de color azul añil, para así diferenciarlas del color verde con el que se identifica el Islam.
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