NOCHE DE ROCK EN SEVILLA CON LOQUILLO

El Auditorio Rocío Jurado acogió el concierto de Loquillo. La actuación del artista pertenece a la gira 40 años de Rock and Roll Actitud, en la que celebra su cuadragésimo aniversario en el mundo de la música y presenta el álbum recopilatorio Rock and Roll Actitud 1978-2018, que salió a la venta el pasado mes de abril.

Este trabajo supone una recopilación con sus mejores 55 canciones. Desde Rock and roll star o Cádillac solitario, hasta Feo fuerte y formal o Salud y rock and roll, pasando por la nueva grabación que ha realizado especialmente para este recopilatorio, una nueva versión de Rey del Glam, el tema que ya fue un éxito en su versión original de Alaska y Dinarama. Loquillo cuenta, además, con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes entregada en 2016

Su primera aparición en un escenario fue en el Cabaret Tabú de Barcelona en 1978. Seguidamente, en 1980, nacieron Loquillo Y Los Intocables, con los cuales llegó a grabar un disco y algunos singles. Junto a Sabino Méndez formó Los Trogloditas, con los que tuvo una carrera triunfal desde 1983 hasta su disolución en 2007. Docenas de éxitos le acompañaron y convirtieron a Loquillo y Trogloditas en una banda mítica del rock nacional. Fue con la edición de‘Balmoral’ en 2008 cuando siguió su carrera sólo con el nombre de ‘Loquillo’, además ese año fue nominado al Grammy Latino en la categoría de Mejor Álbum de Rock Vocal.

Ahora en 2018, cuarenta años después de su primera actuación, Loquillo vuelve a los escenarios con la gira ’40 años de Rock and Roll Actitud’, gira que tendrá su broche final el 14 de diciembre en un concierto especial en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Además, el 20 de abril se publica un triple cd con sus mejores 55 canciones, titulado ‘Rock and Roll Actitud’ (Warner/Dro), y donde se puede encontrar una nueva grabación del clásico de Alaska y Dinarama, ‘Rey Del Glam’.

Tras una primera media hora que sirvió para engrasar la maquinaria, la contundente «El mundo que conocimos» supuso un claro punto de inflexión en el concierto. A partir de ese momento el público comenzó a corear de verdad el nombre de su ídolo. Un rebufo que el Loco aprovechó para concatenar un sinfín de potentes y soberbios temas que sirvieron para caldear definitivamente el ambiente.

Y es que cuando de la oscuridad y el silencio asoma el rugir de las guitarras y la batería de una banda tan sobresaliente como la del Loco, semejante explosión de sonido supone un golpe directo al mentón de la pasividad y de la monotonía, y hace que emerja por ciencia infusa la magia que solo el buen rock and roll en directo sabe crear.

Loquillo es único, pocos rockeros en la historia, y sólo él en la música española, llevan a sus espaldas cuatro décadas de exitosa carrera musical. Una carrera en solitario, a contracorriente, que nace en la mítica movida, pero ya como elemento diferenciador. Un catalán en la movida madrileña y gallega con una gran impronta norteamericana; como se ha escrito “Loquillo hizo surf sobre la cresta de la ola de la modernidad de la Movida mientras volaban cuchillos a su alrededor”.

Paradójicamente, Loquillo ha sido el artista que más ha triunfado a posteriori y que más ha evolucionado en todos los sentidos, lo que hace todavía más honroso su gratitud a la movida. Mientras tenemos que oír que gente como Santiago Auserón, García Alix o Alvaro Urquijo renieguen episódicamente del movimiento en el que nacieron y al que deben lo que son, Loquillo convierte su gratitud en un himno memorable “Cuando fuimos los mejores” que recoge la esencia de aquellos valores únicos y aquella vivencia existencial de la música que jamás volvió a repetirse en otra generación. En Loquillo, los mejores valores de la movida, no se han mantenido, se han magnificado y mientras el resto de sus contemporáneos parecen haberlos olvidado, él los ha mantenido como una de sus señas de identidad: autenticidad y actitud y "sacar el rock español de las catacumbas".