GALLOS DE PELEA, SU CULTURA Y TRADICIÓN.
Las peleas más antiguas de las que tenemos noticia ocurrían en Asia. En china ya se celebraban hace dos mil quinientos años y es posible que mil años antes se hicieran en la India. En la Antigua Roma eran usadas para adquirir valentía. Posteriormente, esta práctica fue llevada a América por los conquistadores españoles. Las peleas de gallos ya estaban floreciendo en Filipinas pre colonial, según lo registrado por Antonio Pigafetta, el cronista italiano a bordo de expedición de Fernando Magallanes en 1521. El país a su vez deriva de la práctica del hecho de que comparte elementos de las culturas indígenas del sudeste asiático y otros, donde las aves de la selva y del tipo oriental de pollo son endémicas.
La arena, ruedo, redondel, palenque o coliseo, que es destinado para ese fin específico se conoce como "Gallera", donde el ave que demuestra mejores cualidades en el combate se declara como ganadora. Para ello debe dejar a su adversario inhabilitado para seguir peleando. En algunos casos hay gallos con "poca casta" que huyen de la pelea al estar heridos en cuyo caso pierden el combate o la pelea.
Los gallos de razas finas o de combate son criados bajo normas de vacunación, alimentación y cuidados especiales para lograr un desarrollo físico ideal y los de mejores cualidades para la riña se someten a un acondicionamiento físico o entrenamiento para llegar a su encuentro en el ruedo, cancha, coliseo, etc.
En algunas regiones, en las riñas, los gallos son equipadas con espolones artificiales de plástico, carey, hueso de pescado, acero, etc. que permiten que las aves puedan herir a su oponente más fácilmente que con sus espolones naturales. En otras variaciones de riña los espolones naturales son cubiertos con una envoltura de tela o cuero para prolongar el combate. La riña sin espolones artificiales o sin envoltura en los mismos se le denomina como pelea a "talón desnudo". Otra modalidad de arma en la riña de gallos es la utilización de navajas en las patas del animal con medidas y formas variables (desde 1/4 pulgada hasta 4 pulgadas), suplantando de este modo a su arma natural de pelea. Esto se practica en Guatemala, Estados Unidos, México, Nicaragua, Honduras, Panamá Perú, Colombia, República Dominicana, Filipinas y Puerto Rico.
En Cuba se acostumbra calzar los gallos de pelea con espuelas naturales postizas. La obtención de estas espuelas naturales presupone la crianza paralela de gallos con este único fin, cuyas espuelas son sometidas a un tratamiento muy cuidadoso y prolongado hasta que alcanzan las dimensiones requeridas para su extracción y procesamiento.
La pelea de gallos es considerada como un deporte tradicional o afición por algunas personas, mientras que para otras es un caso de crueldad hacia los animales.
La riña de gallos se efectúa normalmente en igualdad de condiciones entre los ejemplares que participan tanto en su peso como su arma (natural o postiza). Según sus partidarios, la finalidad de las riñas es seleccionar al ejemplar que demuestra mejores cualidades para el combate, acción que la realizaría en estado salvaje con el fin de ser el reproductor de su parvada, hasta la aparición de un nuevo oponente o retador ya sea un macho joven o adulto.
Según sus detractores la finalidad principal de las riñas de gallos es en muchos casos el dinero de las apuestas. Señalan también que en la naturaleza sus combates rara vez resultan en heridas pues antes de morir huyen, posibilidad que en una pelea de gallos se les niega pues han de pelear por 12 minutos ó hasta que uno de los dos, o ambos, mueran.
Añaden que, si no son criados y entrenados con la finalidad de combatir, estos animales no atacan con tanta fiereza; y pocos piensan que, para que se comporten como cualquier deportista que desarrolle sus habilidades con tanta agresividad, se les llega a suministrar drogas tanto legales como ilegales, como estricnina, cafeína, anfetaminas y epinefrina.
Los detractores apuntan a diversos motivos para solicitar su prohibición. Según el responsable de ADENA en Canarias, las peleas de gallos "causan graves problemas a los animales, y se ha demostrado (?) que sufren y mueren". Respecto al argumento de los criadores de que "(estos gallos) están en una continua lucha jerárquica y su instinto es matar al rival" respondió que "es cierto el hecho de que la rivalidad entre gallos es instintiva, pero otra cosa es que se le entrenen y se les ponga en un sitio específico con el único objetivo de ver cuál desarrolla más sus habilidades" y que "una cosa es la competencia instintiva y otra cosa es propiciar el espectáculo con la pelea y la muerte de los animales".
Desde Ecologistas en Acción afirman que no puede justificarse la celebración de las peleas de gallos con que mantiene la existencia de una especie como afirman algunos partidarios, porque en realidad "este tipo de gallo no es ni mucho menos una especie, sino una raza, resultado de cruces artificiales, y no está fijado su fenotipo".
Respecto a las afirmaciones de algunos partidarios de que, a diferencia de la tauromaquia, aquí la lucha es entre iguales, alega que "se olvidan de apuntar que los entrenan para que sean agresivos y que en el momento de la lucha están encerrados en una jaula o en un espacio muy acotado, por lo que los animales no podrían huir, sin embargo esta "jaula" es bastante grande (unos cuatro metros de diámetro, ya que su forma es circular) y al animal que no quiere pelear o combatir se le retira y no se le obliga, pues ante todo está el honor de su criador, cabe decir que los gallos de pelea son considerados como "gladiadores" ya que son adiestrados para seguir sus instintos; los gallos de pelea no son cualquier clase de gallos, pues han sido modificado genéticamente(?) durante muchos siglos al igual que los caballos, perros, canarios y tantas especies de animales, “un gallo de corral común suele vivir poco en cautividad, ya que su fin no es otro que el consumo humano” esta especie de ave de corral generalmente suelen vivir sobre los seis meses y un “gallo de riña puede vivir más de dos años hasta diez años, pues solo está maduro para pelear después de dieciocho meses, es decir ha vivido tres veces más de lo que suele vivir un gallo de otra raza".