IFRANE, MARRUECOS, EL BOSQUE DE LOS MACACOS

Los macacos

IFRANE, MARRUECOS, EL BOSQUE DE LOS MACACOS
El macaco de Berbería es un mono muy particular. Es el único primate, aparte de los humanos, que se encuentra en el continente africano al norte del Sahara, y el único macaco que vive fuera de Asia. En su día hubo otras especies de macaco en la franja que va desde el este de Asia hasta el noroeste de África; sin embargo, solo la de Berbería soportó los cambios ecológicos y resistió en África. Son uno de los primates mejor adaptados a un amplio rango de temperaturas, pues pueden vivir a más de 2 000 metros de altura, por lo que pueden soportar en invierno temperaturas bajo cero, o bajo el sol abrasador de África, a más de 40ºC.
Su modo de vida está estrechamente ligado al de los cedros del Atlas, unos magníficos árboles que crecen principalmente en alturas de 1600-1700 m sobre el nivel del mar, por lo que cedros y macacos se pueden observar en el Medio y Alto Atlas, así como en el Riff.

A diferencia de la mayoría de los primates, los machos de esta especie suelen cargar con las crías. Los machos se enfrentan a muchos peligros para proteger a las crías. «Algunos tienen verdadero pánico de las personas»

Los macacos se comunican a través de gestos faciales y sonidos; es importante señalar que macacos y humanos compartimos el uso de la expresividad facial, pero nuestras expresiones son muy distintas a las de estos animales.
Cuando un macaco parece que lanza un beso o sonríe –es decir, cuando enseñan todos los dientes– quiere decir que les molesta. Muchos de estos comportamientos son amenazas previas para recomendarnos de forma amistosa que les dejemos en paz, antes de proceder a atacarnos.
Un gran bostezo revela la afilada dentadura de estos macacos, a la que rara vez recurren en sus luchas. «Nadie quiere exponerse a salir mal parado»,

Uno de los mejores lugares donde observar libres a los macacos es el Parque Nacional de Ifrane, en Marruecos.
El macaco es muy peligroso: incuba enfermedades mortales para el ser humano que no le afectan, como el herpesvirus B; además, tiene una gran fuerza y unos colmillos enormes que no dudará en usar si se siente amenazado. 
El amor con el que tratan a sus crías es casi humano 
Un macaco de Berbería disfruta de un tentempié después de pasar un buen rato de juegos con otros jóvenes del grupo. Estos primates son omnívoros: comen semillas, hierba, hojas tiernas, bayas y hasta lombrices y reptiles.
Una cría se acurruca en el regazo de su madre junto a un hermano mayor. El comercio de macacos de Berbería está prohibido, pero los furtivos cazan crías para venderlas en Europa, y los vendedores ambulantes las exhiben en los mercados locales, donde los turistas no pueden resistirse a la foto de rigor.
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