Antiguamente los zancos eran usados en la zona del alto Oja para recorrer zonas húmedas y en época de nevadas, aunque se desconoce el motivo por el cual se incorporó a las danzas de veneración a Santa María Magdalena. La primera referencia escrita es un documento municipal de mayo de 1603. Los zancos son de madera de haya y se sujetan a la pierna mediante una horquilla que los mantiene unidos al tobillo. Tienen una altura de 45 cm. y terminan en punta.
El origen de esta tradición no está claro; varias son las teorías e hipótesis que se han manejado por distintos historiadores: Caro Baroja decía que la danza hace referencia a ritos paganos y religiosos con el fin de propiciar buenas cosechas; Alfredo Feliú Corcuera lo relacionaba con primitivos rituales vascos; Lucile Amstrong lo asocia como ritual de baile del hombre con la intención de fortalecer al sol en su curso hacia el cielo durante el solsticio de verano; otras hipótesis la asocian al uso de los zancos por parte de los pastores para andar por las zonas húmedas y nevadas pero esto no tiene mucho sentido si se conoce la orografía de Anguiano con numerosas laderas y pendientes siendo puerta de entrada a la Sierra de la Demanda
Es curioso el hecho de cómo en la mayoría de los pueblos y ciudades de nuestro país se mezclan tradiciones culturales junto con las religiosas para crear ceremonias festivas, como este caso. El hecho de juntar la adoración a la virgen Magdalena con la utilización de los zancos por parte de los ganaderos es un claro reflejo de lo que decimos y cuyo resultado es esta preciosa danza. Este es un ejemplo de como algunas tradiciones perduran con el tiempo haciendo de esas fechas un evento muy importante en la vida de los habitantes de Anguiano y allegados.
Es curioso además como ese sentimiento festivo es transmitido de generación en generación para que perdure siempre. Los danzadores recogen el testigo de padres y abuelos y es un honor para ellos ser partícipes de la danza de los zancos de Anguiano que aparte de la preparación física necesaria y dominio de los zancos exige un gran fervor y adoración a la imagen de la Magdalena. Cuando elegimos el tema del trabajo desconocíamos por completo esta danza. A raíz de la elaboración del trabajo con la búsqueda de información nos hemos ido sumergiendo en la festividad del pueblo de Anguiano con mucha curiosidad y excitación puesto que lo que realizan estos danzadores con los zancos es de un prodigio y vertiginosidad increíble.
No sólo sus maniobras sino el colorido de sus atuendos y el ruido de las castañuelas son muy curiosos. La gente agolpada en las calles jugándose incluso el tipo al pasar los danzadores por sus lados a esa velocidad y ejerciendo de colchón al final de la cuesta, es increíble y a su vez maravilloso. Merece la pena poder contemplar este espectáculo.