Dormir siempre bajo el mismo techo y levantarse cada día en un lugar diferente a cientos o miles de kilómetros es posible sin necesidad de llevar la casa a cuestas ni tener que hacer una enorme inversión en una autocaravana. Basta con tener una carava o 'camper', o lo que es lo mismo, un vehículo derivado de una furgoneta para uso campista.
Todo son ventajas para los amantes de esta forma de viajar, que ha ganado enorme popularidad en los últimos años en España: Viajar, libertad, aventura, comodidad, autonomía, avería (no todo son ventajas), naturaleza, desconexión, compañía y amor.
Una de las grandes ventajas es el ahorro económico de esta forma de ver el mundo. Es una forma de viajar muy económica, ya que no tienes que pagar por el alojamiento. Cuando viajas hay tres tipos de gastos principales: desplazamiento, alojamiento y comida. Con una caravana, tú controlas esos tres gastos por no hablar de la libertad que aporta y la capacidad que permite para improvisar el destino. Esta forma de viajar es un continuo aprendizaje.
Lo bueno de toda esta filosofía es que ahí donde llegas tienes tu casa. Llegas con tu casa y te sientes uno más del lugar. Haces vida normal como la gente que tiene la casa en ese lugar: vas al mercado, compras, paseas...